
Jerome Henry Brudos nació el 31 de Enero de 1939 en el pueblo de Webster, Dakota del Sur. Fue el segundo hijo de la pareja formada por Henry y Eileen, quienes ya tenían un primer hijo varón llamado Larry. Su llegada no estaba planeada y su madre deseaba una niña, con lo que su venida al mundo fue doblemente repudiada, por lo que desde pequeño Brudos padeció aislamiento y severidad por parte de su madre. Durante la infancia de Brudos, su familia se
movió a Portland, Oregon.

Más tarde le ocurrió a Brudos un vergonzoso episodio en la
escuela, cuando en el primer año de primaria un compañero lo delata porque estaba
a punto de robar uno de los pares de zapatos de tacón que la maestra tenía
guardados en el salón. Brudos es regañado en frente de todos y abandona la
clase. En los estudios no obtiene muy buenos resultados y no consigue pasar el
segundo año de instrucción. Frecuentemente se queja de fuertes jaquecas que le
impiden ver con claridad. En cadena sufre una enfermedad tras otra en la
garganta. Cuando tiene 12 años, su familia se traslada a un vecindario de
Wallace Pond, Oregon, donde varios vecinos tienen hijas adolescentes. Junto con
algunos vecinos Jerry adquiere la manía de invadir los cuartos de ellas para
jugar con la ropa interior, y claro está, robársela. Junto con los tacones, la
ropa interior femenina sería la otra gran pasión fetichista de Brudos.
Un día a Jerry lo descubren con la pornografía perteneciente
a su hermano mayor y entonces debe aguantar los fuertes regaños de la madre,
que era especialmente susceptible contra todo lo sexual de su hijo, a quien por
cierto obliga a lavar a mano sus sabanas ensuciadas durante sus sueños húmedos.
La falta de naturalidad y comprensión de parte de su madre con temas delicados
como este, no ayudan en nada al desarrollo emocional del joven Jerry Brudos.

A los 16 años Jerry Brudos logra entrar a estudiar un grado
en Electrónica en la Universidad Estatal de Oregon. Esto a pesar de ser más
bien un estudiante mediocre. A esta edad está obsesionado con los tacones y la
ropa interior de mujeres que roba cada vez que hay una oportunidad. Es muy
proclive a atacar a las mujeres de su edad, a quienes con engaños las conduce a
lugares apartados donde las golpea sin motivo aparente, las fotografía y obliga
a desnudarse. Digamos que tenía una gran necesidad por dominar y humillarlas.
Sin embargo en una de esas, es descubierto por unas buenas personas que lo
denuncian, mientras fingía ayudar a una víctima suya. La Policía lo detiene y
en su casa y coche son halladas fotos, equipofotográfico y
ropa de mujer, se le detiene bajo los cargos de asalto. Las autoridades deciden
enviarlo a un hospital psiquiátrico donde los médicos determinan que padece
esquizofrenia y desajustes sexuales motivados por su tránsito en la
adolescencia. Por las desviaciones y el fetichismo le es impuesta una terapia
de 9 meses. Mientras purga su “condena” hospitalaria, continúa asistiendo a
clases en la escuela. Al finalizar el tratamiento, el panel de doctores
establece que Jerry Brudos no representa un peligro para la sociedad.
El 9 de Marzo de 1959, Brudos se une a la milicia de su país
realizando su entrenamiento en Georgia y siendo estacionado en el fuerte Ord en
California. Ni con la distracción de sus actividades ni con la disciplina
impuesta por la Armada, Brudos abandona sus extrañas fantasías, como una de
ellas, consistente que una mujer coreana lo seducía. Después de hablar con sus
superiores, es enviado con el psicólogo de la Armada, el capitán Theodore J.
Barry, quien después de analizarlo recomienda la baja, a causa de sus “extrañas
obsesiones…” En 1960, a los 21 años y de nuevo viviendo con sus padres, se
reporta un incidente en el cual Brudos queda impresionado por una chica que ve
pasar por la calle, la sigue y decide atacarla para robarle sus zapatos. Este
tipo de lances producían un efecto de corte erótico y de dominación para
Brudos. Se entiende que cada vez va refinando sus métodos para acercarse a sus
víctimas.
En 1967 su esposa no le permite estar en el parto de su hijo
varón; enfurecido, semanas después Henry descargaría su ira violando a una
mujer.
Tras obtener su licencia FCC, Brudos consigue empleo en una
estación de FM. Ahí conoce a Darcie Metzler, entonces de 17 años, con quien
comienza una relación romántica. Comprensiblemente los padres de la muchacha
desaprueban el noviazgo pero en un acto de rebelión ella enfoca toda su
atención al extraño electricista. Terminan casándose a mediados de 1962. Tienen
su primera hija, llamada Megan, pero al principio del matrimonio se tienen que
mover mucho a causa de la inestabilidad laboral de Brudos.
En 1967 finalmente la familia Brudos se establece en
Portland, donde Jerry (Henry) ha obtenido un empleo como electricista. Darcie
está embarazada de nuevo y el papá está feliz ante la perspectiva de tener un
hijo varón. El día del nacimiento de Jason, quiso el destino que Darcie negara
a Henry su presencia durante el parto. Este caprichoso rechazo le provocó una
gran tristeza y muy pronto regresó al robo de zapatos y calzones. De hecho unas
cuantas semanas después Brudos descargó su ira contra una mujer de la ciudad a quien
atacó dentro de su casa una vez caída la noche. La desmayó, violó y robó sus
pertenencias íntimas.
Para un hombre tan depravado como Brudos, escalar
en la gravedad de sus crímenes era cosa de tiempo y tenía que llegar el primero
de varios asesinatos atribuidos a su persona.
Despierta la bestia
Henry introdujo a Linda Slawson (arriba) con mentiras a su taller,
la golpeó con una palanca, la desvistió, le probó ropa guardada, la fotografió
y, antes de matarla, le corto un pie para sus ritos fetichistas. Fue su primer
asesinato.
En 1968 la señorita Linda Slawson, de apenas 19 años,
trabajaba por comisión para una compañía de libros.
Vendía enciclopedias de
puerta en puerta para ayudarse a pagar la escuela. El 26 de Enero efectuó su
último recorrido en un vecindario de Portland para desaparecer. No se supieron
muy bien las circunstancias de la desaparición de la chica, hasta que se tuvo a
Brudos en custodia. De momento la compañía de libros no tenía registrado el
itinerario de visitas de Slawson y la Policía solo pudo hallar el auto de
la chica sin poder obtener alguna pista sólida sobre su paradero. Brudos
confesó que tan pronto Slawson estuvo en su jardín, planeó meterla a su taller
por medio de engaños. La chica lo siguió inocentemente hasta su taller de la
casa donde con una palanca la golpeo noqueándola al instante.
Luego procedió a estrangularla y, con toda la calma del
mundo, teniendo el cadáver de una mujer en su casa, habló con su familia,
diciéndoles que se fueran a comer a un centro comercial, cosa que su esposa e
hijos diligentemente hicieron.
Inmediatamente la desvistió y le probó la ropa
que tenía guardada. Tomó todas las fotografías que pudo y decidió deshacerse
del cuerpo, no sin antes cortarle un pie con una sierra. Dicho pie fue
almacenado temporalmente en un congelador para posteriormente usarlo en sus
ritos fetichistas. El cuerpo lo tiró atado a un bloque de motor al
río Willamette. Estas confesiones fueron motivo de gran irritación por parte de
la Policía, que tenía que soportar la arrogancia y el cinismo de Brudos al
reconocer los crímenes.
A Jan Whitney , tras colocarle un lazo en los
ojos, la estranguló con el mismo. Después de asfixiarla tuvo sexo con el
cadáver. Llevó el cuerpo a su taller y tuvo sexo numerosas veces más,
fotografiándolo con las ropillas femeninas producto de sus hurtos. Antes de
tirar el cadáver, le sacó un seno para hacer un pisapapeles.
El 26 de Noviembre de 1968, la señorita Jan Whitney de 23
años desapareció igual que Slawson, en circunstancias misteriosas. Su automóvil
marca Rambler fue hallado abandonado en unacarretera cerca de Albany,
Oregon. Ese día iba camino a casa para el festejo del Día de Gracias. La
Policía supuso que, tras un fallo mecánico de su coche, tuvo que hacer autostop
y alguien habría aprovechado para secuestrarla. En esas épocas y lugares, era
habitual que las muchachas hicieran autostop y no era tampoco extraño que los
depravados aprovecharan esas abundantes oportunidades para secuestrarlas. Según
Brudos, Whitney estaba a un lado de la carretera con su auto descompuesto. A
pesar de que estaba acompañada por un par de sujetos de aspecto hippie, no
desaprovechó la oportunidad que se presentaba con esta muchacha. De acuerdo a
esto, los tipos no podían componer el auto, así que Brudos se ofreció ayudar.
Tuvo la paciencia de irlos a dejar a donde iban los señores y luego condujo a
la muchacha hasta su casa.
Ahí le dijo que esperara mientras Brudos informaba a su
mujer que iba a arreglar el auto de la señorita Whitney. Regresó a ella e
increíblemente la muchacha aceptó de buen grado los extraños juegos que Brudos
jugaba. Probablemente la muchacha estaba dispuesta a juguetear con un hombre
desconocido, sin embargo este no era el indicado. Después de colocarle un lazo
en los ojos, la estranguló con el mismo. Después de asfixiarla, tuvo sexo con
el cadáver. Llevó el cuerpo a su taller y tuvo sexo numerosas veces más,
fotografiándolo con las ropillas femeninas producto de sus hurtos. Finalmente
colgó el cadáver en un gancho con unas poleas que había montado en el techo.
Cualquiera que hubiera entrado al sitio, habría descubierto las actividades
criminales de Brudos, pero éste no hacía gran cosa por ocultarlas. Se dio el
caso que un automóvil se estrelló en su propiedad haciendo un hoyo en la pared.
Si alguien hubiera echado un vistazo podría haber descubierto algo, sin embargo
nadie lo hizo. Ni siquiera el olor a muerto llamó la atención de nadie. Igual
que Linda Slawson, Jan Whitney fue a dar al río Willamette junto a una pieza de
coche muy pesada. Brudos, antes de deshacerse del cadáver, arrancó un seno al
cuerpo con el objetivo de hacer con el un pisapapeles.
A Karen Sprinker (arriba) la violó, la hizo posar con ropa
de su colección, la colgó del cuello en su sistema de poleas y la mató,
quitándole ambos senos para hacer moldes de pisapapeles.
Tocó turno a Karen Sprinker, muchacha de 19 años, que fue
secuestrada por Brudos el día 27 de Marzo de 1969 en un centro comercial al que
la víctima había ido para reunirse con su madre. A pesar de que a Brudos no le
agradaron los zapatos que la chica calzaba, se decidió por ella tras haber
fallado con otra. A punta de pistola la hizo subirse a su carro y la llevó
directamente a su casa, donde la violó y la forzó a posar con la ropa interior
y zapatos de su colección. La colgó del cuello en su sistema de poleas y la
asesinó. El cadáver de Karen sufrió las mismas vejaciones que los dos
anteriores. Esta vez fueron cortados los dos senos dado que había fracasado en
su anterior intento por hacer un buen molde para el pisapapeles. Para que el
cuerpo no ensuciara su carro, le colocó un enorme sostén con algodones y gasas.
El día de su secuestro su mamá la esperó por más de una hora. Testigos
indicaron que habían visto a una mujer alta muy extraña merodear el
estacionamiento de la tienda. Alguien dijo que al ver de cerca a la “mujer”
descubrió que se trataba de un sujeto travestido. Todos se giraban a mirar al
individuo. Sin embargo este dato no fue relacionado directamente con el
secuestro de Karen Sprinker.
Un incidente adjudicado a Brudos después de su detención se
dio el 21 de Abril de 1969, protagonizado por la señorita Sharon Wood, quien
ese día asistió a un centro comercial para reunirse con su ex esposo para
discutir sobre su divorcio. Sin embargo le tocó estacionar su vehículo en
un nivel y lugar apartado del sótano. Entonces notó que alguien la observaba,
específicamente un extraño sujeto. Instintivamente pensó en acercarse donde se
escuchaba el ruido de las personas, pero en ese momento alguien tocó su hombro.
Al voltear vio a este hombre con una pistola en mano. El tipo le dijo que
guardara silencio, sin embargo su reacción fue, aparte de terror también de
furia, y decidió pelear por su vida pues algo le indicaba que este hombre era
un homicida. No permitiría ser atacada de esa manera. Después de algo de lucha
y forcejeo, consiguió morderle una mano. A pesar de que el sujeto pesaba mucho
más que ella, logró conseguir segundos preciosos puesto que el sujeto tuvo que
huir ante la cercanía de un automóvil. Sharon Wood informó a la Policía que el
sujeto tenía ojos azules y muchas pecas, pero ninguna persona que estuvo cerca
del acontecimiento pudo recordar a un hombre con tal descripción.
Pocas horas después una chica de 15 años de Salem, Oregon,
reportó a la Policía haber sido tratada de introducir a la fuerza a un carro
por un hombre alto y pecoso. Hasta ese momento la Policía no sospechaba que
tenía en su territorio a un asesino serial en libertad. Los estudiosos
coinciden en señalar que el estado de Oregon nunca había tratado con criminales
seriales, por lo que la respuesta de las autoridades era mas bien tibia e
inefectiva.

El 23 de Abril de 1969 desapareció la señorita Linda Salee.
Había ido a un centro comercial a comprar un regalo para su novio, pero nada
más se supo de ella. Igual que con las otras víctimas, su automóvil fue hallado
abandonado y sin señales de que alguien hubiera entrado al vehículo a la
fuerza. El novio fue interrogado pero no hubo ninguna razón para considerarlo
sospechoso. En esta ocasión Brudos usó la vieja artimaña de fingir ser un
policía y, blandiendo una placa, obligó a la chica a hacer lo que él quería.
Para manipularla la acusó de robar una tienda. Al parecer la chica no pensó que
fuera a ser asesinada pues no hizo nada por escapar cuando Brudos la dejó
amarrada mientras se fue a almorzar. De regreso la violó al mismo tiempo que la
estrangulaba. Al parecer le insertó cables con corriente en el tórax para
hacerla “bailar…” Tales eran las fantasías del depravado asesino, de controlar
hasta en la muerte a sus víctimas, conducta observada en otros asesinos como
Dahmer y Dennis Nilsen.

Asimismo la presencia de alambre de cobre le indicó a los
detectives que el o los asesinos tenían experiencia como electricistas. Por las
marcas del cuello, el forense determinó que lo más probable era que la chica
muriera por estrangulamiento. Gracias a las impresiones dentales se determinó
que la desafortunada víctima era Linda Salee.
Mediante testimonios, los investigadores supieron que Henry
andaba llamando a chicas de la Universidad Estatal de Oregon, y usaron a una
como carnada para capturarlo…
Ante el macabro hallazgo la Policía comenzó a buscar
exhaustivamente por el río y poco tiempo después se encontraron nuevos restos
en descomposición. Encontraron iguales nudos y materiales, lo que reforzaba la
idea de que era un solo individuo el sospechoso de los crímenes. También la
chica hallada estaba atada a un peso. Mediante la ropa que aún conservaba el
cadáver fue posible identificarlo como perteneciente a Karen Sprinker. Tras
mayores rastreos no fue hallado nada más en las riveras del río. Lo único
seguro para la Policía era que estaban buscando a un sujeto muy fuerte.
Finalmente alguien en el departamento de policía tuvo una brillante idea:
investigar en la universidad local, dada la juventud y naturaleza de las
víctimas. Aquella estrategia dio frutos inmediatos.
Los investigadores que interrogaron a las estudiantes de la
Universidad Estatal de Oregon se enteraron de la queja de varias señoritas que
hablaban de un hombre que les hacía llamadas telefónicas tratando de
sonsacarlas. Además, varias personas habían notado la presencia en el campus de
un extraño sujeto pelirrojo y ligeramente panzón. Con tan buena suerte, se pudo
contactar a una muchacha que en efecto había accedido verse con este sujeto,
quien se describió como veterano de Vietnam en busca de compañía. La chica no
tenía intenciones de ver de nuevo al sujeto dado su comportamiento fuera de
lugar. En la cita este hombre alto y pecoso había querido hablar acerca de las
chicas halladas en el río. Además en un raro desplante, quiso saber por que
ella no tenía miedo de que él la fuera a estrangular. Sin embargo la Policía
confiaba en que el hombre le llamaría de nuevo y le pidió a la estudiante que
por favor aceptara otra cita más y así sucedió unos días después. La chica
notificó inmediatamente de la hora y el lugar del encuentro a los oficiales.
Una vez puesta la trampa, los oficiales conocieron al
sospechoso: un hombre alto, ligeramente regordete, de quien conocieron que se
llamaba Jerry Brudos. Carecían de elementos para detenerlo en ese momento así
que se conformaron con saber que vivía por el rumbo y que curiosamente se
dedicaba a la Electrónica. Tras cinco días de vigilarlo e investigar su pasado,
decidieron arrestarlo.
Tras su detención

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